Esperando a Mario



29 de octubre de 2011

Ayer a las 16:30 horas llegó Mario. Un parto normal y maravilloso.
Nada que ver con el parto anterior lleno de gritos, estudiantes, ginecólogas inútiles en un paritorio que parecía el camarote de los hermanos Marx.
...Y este es Mario
Ese parto estuvo lleno de incompetentes. Dos niñatas que se creían el Dr.House y que me hicieron una episiotomía innecesaria y me cosieron como si fuera un pantalón del Zara en lugar de carne humana.

Qué miedo esta vez a que pasara lo mismo.

Pero no. Sólo estábamos tres parturientas y yo. Todas de cesárea menos yo. Así que tuve la inmensa suerte de ser atendida y asistida por dos encantadoras matronas. Un parto lento, silencioso, en soledad, sólo ellas, mi marido y yo. Nada de dolor, ninguna sensación de angustia, todo paz, tranquilidad y una seguridad que no me dieron en el anterior parto.
Así  nació Mario. Sin episiotomía, sin dolor y con mucha felicidad.
48 horas después ya estábamos en casita.

Ahora comienza la segunda parte de esta historia. Recuperarse y vencer los ocho kilitos que he adoptado.



39 semanas, día 6
3er trimestre
2 días más

Y llegó el día. 28 de octubre, 06:30 horas. Comienzan las contracciones. Voy a esperar hasta que sean cada diez o quince minutos. No quiero llegar al Clínico y que me manden de nuevo a casa. Aún son muy irregulares.

08:00 horas. Voy a levantar al niño para que vaya al cole, al fin y al cabo es un día normal. Ya las tengo más irregulares, cada media hora más o menos.

09:30 horas. Ducha y al Clínico.





39 semanas, día 5
3er trimestre
3 días más

Ya se acerca el momento. Cada día las rutinas son más pesadas y cada vez se hace más largo el día.
Este embarazo es totalmente diferente al anterior, sin ardores, sin retención de líquidos, sin sangrado de encías… sólo un dolor intenso y muy molesto en el coxis desde hace unos días.
El martes fui a monitores y a la consulta de Fisiopatología Fetal y por el momento sólo hay contracciones muy irregulares por lo que me han vuelto a dar cita para el día 3 de noviembre y si tampoco se digna a presentarse ante el gran público, la fecha de ingreso es el 9 de noviembre, día de la Almudena.

Hoy está el día muy raro. Además del dolor de coxis tan molesto tengo la barriga dura como un ladrillo. Así que no descarto sorpresas.




38 semanas, día 2
3er trimestre
13 días más
En este momento ya no sé si las molestias son contracciones de Braxton Hicks o que se está acercando el momento.

Todo estaba en su sitio pero en la monitorización de hace unos días, como no podían estimularlo con azúcar me dieron un buen meneo y desde entonces estoy llena de dolores y molestias y me preocupa no saber distinguir las contracciones de Braxton Hicks con las primeras señales del parto.

Sé que cuando faltan un par de semanas para la fecha del parto, estas contracciones pueden volverse más intensas y frecuentes. A diferencia de las primeras contracciones indoloras y esporádicas, estas contracciones pueden hacer "madurar" al útero, ablandarlo e incluso comenzar a provocar ya una pequeña dilatación. Sería lo que ya llamaríamos el preparto.
Por el momento no aumentan de manera constante su duración, ni intensidad ni se dan cada vez más cerca una de la otra. Así que permanecemos tranquilos pero con la maleta preparada.

Este fin de semana he preparado la maleta. Como cuento pasar cuatro o cinco días en el Hospital, me he armado de valor y he comenzado a preparar la maleta como si me fuera al matadero. Qué horror estar allí tanto tiempo.
Por mi diabetes llevarán al niño 48 horas a la planta de Neonatología y allí estará el pobrecillo sólo salvo los momentos de las tomas.
Y mientras yo, esperando.

Para el niño no tengo que llevar nada. Nacerá en un Hospital Público por lo que no hace falta llevar nada, salvo la ropita para irnos a casa.
Hago recuento de lo que he metido ya para mí:
- Los resultados de los últimos exámenes realizados.
- Documentación (DNI, Tarjeta SS.SS.)
- Camisón, bata, zapatillas y calcetines.
- Un par de sujetadores para la lactancia, con copas que se abren, y discos absorbeleches. Aunque aún no tengo claro si le voy a dar el pecho. Es algo que no me apetece mucho dada la nula efectividad en el parto anterior.
- Braguitas altas de cintura, capaces de aguantar las grandes compresas que se usan después del parto.
- Una faja postparto, que sujeta el abdomen de forma delicada y que se puede regular conforme el vientre pierde su volumen.
- Jabón neutro, champú, un peine, un cepillo para los dientes y un dentífrico, y todas las cremas.
- Ropa para volver a casa.

Todo listo. Ahora a esperar. Aprovecharé estos días para pensar y relajarme que falta me hace. Ha pasado todo en un zas ante mis narices y aún no he pensado qué voy a hacer a partir del día X.



37 semanas, día 2
3er trimestre
20 días más



Sólo 20 días… y eso si todo va bien, como se adelante me pilla aún sin haber comenzado con los ejercicios de Kegel, y no será porque la matrona no me lo ha dicho en repetidas ocasiones.

Tengo que reconocer que así como para las cremitas soy muy constante para estos ejercicios soy una perezosa y hago muy mal porque son súper importantes.



Estos ejercicios fueron ideados por el Dr. Arnold Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Con ellos intentas evitar la incontinencia urinaria sin tener que pasar por el quirófano, que era lo más habitual.

Aunque hay varias maneras de realizarlos siempre consisten en contraer y relajar el músculo del suelo pélvico en repetidas ocasiones, con el objetivo de incrementar su fuerza y resistencia.


El suelo de la pelvis tiene como misión contener órganos como el útero, la vejiga o el intestino dentro de la pelvis y está formado por músculos y ligamentos. Se encuentra atravesado por los conductos de salida al exterior de estos órganos, como son la vagina, la uretra o el recto. Si está débil provoca esa incontinencia urinaria que todas tememos, caída de los órganos intrabdominales y disfunciones sexuales. A través del suelo pélvico pasan los conductos de salida al exterior de estos tres órganos: la uretra, la vagina y el recto.

Si haces al menos cuatro series de 50 durante las últimas seis semanas de embarazo te ayudará a evitar la incontinencia durante el embarazo que se produce por el peso del útero, facilitará el parto al producirse menos desgarros o evitará la episiotomía, e incluso curará mejor ésta en caso de no tener otro remedio más que tener una durante el parto.

A mí me ayudó mucho con la incontinencia después del parto cuando cada vez que me reía, tosía o estornudaba se me iba el pis. Era un horror.

Dicen que también ayuda a reducir la posibilidad de hemorroides… yo en esto ya no tengo ni idea porque gracias a Dios nunca he tenido.


Si no reconoces el músculo perineal, la manera más fácil es deteniendo la micción a intervalos. Sentándote con las piernas abiertas, intentando detener la orina y volviendo a dejarla fluir sin mover las piernas. Si puedes hacerlo sin esfuerzo, es que tienes músculos pélvicos fuertes. Esto no puedes hacerlo mucho porque puedes originar una infección de orina. 
De todas las modalidades de ejercicios de Kegel que hay yo siempre he realizado el lento, apretando los músculos como cuando intenté detener la orina y tirándolos hacia arriba. Hay que contraerlos y mantenerlos así mientras cuentas hasta cinco respirando suavemente. Luego, relájalos durante 5 segundos más, y repite la serie cuantas veces creas necesarias.


Una vez hayas dado a luz también tendrás que seguir haciendo estos ejercicios. Como mínimo cuatro veces por semana y como puedes hacerlos en cualquier momento ni te enteras. Una forma de controlar cuando los haces es aprovechar el momento de la ducha o cuando le das el biberón al niño.







36 semanas, día 3

3er Trimestre

26 días más



Como os había dicho en la anterior entrada, voy a deciros las cremas que estoy usando en este embarazo para cuidar la piel. Como veréis ninguna es de marca ni cara, y os aseguro que a mí me están funcionando. Todas las compro en Mercadona. Digamos que soy una flipada de Deliplus.



Crema refrescante para pies
Este último mes comenzaron a hincharse mis pies un montón y encontré una crema refrescante para los pies y piernas que uso cada noche. Su precio es espectacular, cuesta 1,80 euros en un envase de 125ml. Tiene olor a menta y en cuanto lo aplicas sientes el frío inmediatamente. Yo me lo aplico todas las noches con un masaje ascendente hacia la rodilla.

Se absorbe rápidamente y no deja sensación pringosa. Las piernas se destensan, se notan más relajadas y los pies agradecen ese frescor.



La verdad que los pies me han mejorado bastante, no sólo por la crema claro está, también hay que pasear diariamente un poquito y permanecer sentada el menor tiempo posible. Si no hay más remedio que estar mucho tiempo sentada es necesario mover un poquito los pies con movimiento circulares e intentar mantenerlos un poco altos con un reposapiés.





Exfoliante facial
Como todo el embarazo lo estoy viviendo con mucho Sol, me estoy lavando la cara dos veces por semana con un gel facial exfoliante desincrustador que cuesta 3,75 euros. Es un tubo de 75cc con una textura microgranulada, formando una crema espumosa de color azul claro. No es dura con la dermis y es infalible con esos granitos de tipo hormonal que afean tanto la zona alrededor del ojo.



Despigmentante facial
En el anterior embarazo me salieron unas manchas en la parte superior de los pómulos horrorosas. He intentado que en este embarazo no me salieran más y sobre todo intentar que no aparecieran más. Para ello estoy usando una crema despigmentante que cuesta 5 euros y viene en un envase de 30ml.

Hay que dejar claro que no las elimina, pero sí las aclara. Yo me la estoy dando en la cara desde hace unos meses, lo hago por la mañana antes de mi crema hidratante habitual. Su textura es algo grasa y aunque he leído que debe utilizarse dos veces al día, no lo hago porque tampoco quiero engrasar mucho la piel.

La he utilizado sobre las marquitas de unos granos que me aparecieron en el escote y elimina rápidamente la rojez porque sus componentes (karité, jojoba, vitamina C y E, proteínas lácticas) ayuda a que la piel se recupere rápidamente.



Como cremas corporales utilizo dos: la crema corporal anticelulítica de la serie Vanity Series 01 y la crema de Argán.

Crema anticelulítica
Tanto en el anterior embarazo como en este he evitado alejar de mi piel las horrorosas estrías y por la acción divina aún no tengo celulitis pero sí comienza a aparecer una tenue piel de naranja en la parte superior del muslo que no estoy dispuesta a dejar instalarse. De este anticelulítico lo que más he notado es mayor tonicidad en la zona donde aplico la crema. Soy muy constante y la aplico todos los días después de la ducha, llevo haciéndolo todo el embarazo. En cuanto dé a luz voy a completarlo con ejercicio diario y alguna crema más potente de esas de efecto frío o calor, pero por el momento estoy satisfecha.

Tiene una textura muy suave y la absorbe la piel muy rápido.

Vale 3,10 euros y la verdad, creo que como mantenimiento es el mejor anticelulítico posible, en cuanto a precio y rendimiento.



La crema hidratante que uso para el resto del cuerpo es la crema de Aceite de Argán. En el embarazo anterior utilicé la de Aceite de Oliva pero este año han sacado la de Argán y me encanta. Es súper ligera y se extiende y absorbe muy bien. El olor es muy agradable. Además del aceite de argán, contiene: soja, karité y vitamina E. Son 200ml y cuesta 1,80€.

Aceite de Argán
Dicen que el Aceite de Argán es el oro líquido de Marruecos, y no sé si será así, pero a mí me ha gustado tanto que he dejado en un segundo plano otras hidratantes que estaba usando.



Como veis no me gasto mucho en cremas. Siempre me he cuidado mucho la piel por lo que tampoco necesito gastarme en tratamientos o en cremas muy caras o en marcas determinadas.

Una vez pasado el parto comenzaré con las reafirmantes y alguna específica para el pecho. Ya nos iremos contando.



A todo esto hay que unir una alimentación sana y ejercicio, no lo olvidemos. No es bueno un peso excesivo en el embarazo. Yo en este embarazo he engordado 8 kg, frente a los 14 del embarazo anterior. Estoy encantada, salvo dos pantalones no me he comprado ropa de embarazada porque he mantenido la talla 38 y con camisetas holgadas y vestidos sueltos me he apañado perfectamente. He hecho ejercicio y he comido de forma sana y equilibrada, el niño ya pesa 3 kg y está estupendo según me han dicho en la última revisión.



Ya veis que soy low cost… ;-))
  


35 semanas día 7
3er Trimestre
29 días más

Ya hemos llegado al último mes. Realmente esto se hace cada vez más pesado y aunque me angustia y me pone muy nerviosa pensar en el momento del parto ya estoy deseando que llegue.
He decidido ir contando en pequeñas entradas en mi blog mi último mes. Me apetece mucho compartirlo porque una de las cosas de las que más he disfrutado es la de compartir las vivencias del embarazo con otras embarazadas.

Tengo que decir que yo no soporto los embarazos. Es el segundo. Al menos con este no he engordado nada más que ocho kilos que espero perder rápidamente. Esos pies hinchados, los ardores, que sangre la nariz en el peor momento… no me gusta nada.
A todo eso yo sumo la diabetes. Pincharme insulina cada mañana y hacerme los controles después de cada comida. Puñetera diabetes que no me deja comer nada más que ensaladas y carnes o pescados a la plancha. Pero bueno… al menos esta dieta ha evitado que me pusiera como una foca.

Encima no he vivido tranquila ninguno de los dos embarazos. El primero con el estrés generado en el trabajo. Una empresa de la que algún día os hablaré. Un lugar inhóspito donde aprendí mucho en siete años, sobre todo a nadar entre tiburones. Pero no va al caso.
Cogí la baja dos meses antes de dar a luz pero de relax nada.
Con este embarazo tranquilidad poca. Si tengo que describir mi estado laboral, no sabría cómo definirlo así que pasapalabra.
El caso es que aun no he parado y necesito tener un tiempo para pensar qué va a pasar en 29 días.

Yo no soy de las que adoran estar embarazadas y lo viven como algo sobrenatural. Pues no. No es sobrenatural, es algo normal. Tener un hijo.
Lo bonito es cuando lo tienes en tus brazos pero los nueve meses son una tortura y las que dicen que es una etapa maravillosa pues mira, es su opinión, tan respetable como cualquier otra. Lo que pasa es que muchas son como l@s exfumador@s que si no opinas como ellas eres una mala madre. Tienes que adorar estar gorda como una foca, sentir un orgasmo con cada patadita aunque te aplaste el hígado, dar el pecho hasta que tus tetas lleguen al ombligo, eso es ser una madre estupenda. Ah! Y haz todo lo posible para quedarte de ama de casa, críale tú no sea que en una Escuela Infantil pille el tifus o peor todavía que se relacione con hijos de esas malas madres como yo que con cuatro meses los dejan de la mano de Dios en una Escuela para ir a trabajar.

Resumiendo, que me quedan 29 días más o menos para que esto se acabe. Y ya estoy preparando las cosillas, habitación, ropa, complementos… no soy nada pija así que prácticamente heredará todo de su hermano y salvo lo que me regalen, todo será de segunda mano.

He intentado cuidarme en todo lo posible, pero con tranquilidad. Comiendo sano por la diabetes, haciendo ejercicio y sobre todo cuidando la piel. Me está tocando gran parte del embarazo con mucho Sol y aunque siempre me he cuidado mucho la piel, estos ocho meses he procurado después de cada ducha hidratar la piel al máximo. Sin productos caros, con las cremitas del Mercadona me basto y me sobro para poder decir que ni en el anterior embarazo ni en este he tenido ninguna estría.
En una próxima entrada os pondré las cremitas que he estado usando por si os sirven.

Así que como voy a ir escribiendo cosillas casi todos los días, hoy lo dejo aquí que me voy a poner los pies en alto que están como morcillas de Burgos. ;-)